Otro repartidor fue baleado y dejó un mensaje: «Donde mierda está la seguridad que nos prometieron en Ituzaingó»

Otro repartidor fue baleado y dejó un mensaje: «Donde mierda está la seguridad que nos prometieron en Ituzaingó»

Pese a las marchas y los cambios exigidos a la Policía, los repartidores siguen siendo un blanco móvil para los delincuentes. Anoche, en Ituzaingó, un delivery fue interceptado por dos ladrones que le dispararon en la zona del glúteo al intentar sustraerle la moto. Ocurrió a diez días de que dos motochorros dejaran a un repartidor en estado de coma, por un tiro en la cabeza.

El violento episodio ocurrió poco después de las 20 cuando Luis Salto, de 32 años, se movilizaba en la moto que utiliza para realizar tarea de mensajería y delivery particular por la calle Manuel Rodríguez Fragio al 800, en Ituzaingó, y fue sorprendido por dos jóvenes que lo interceptaron con fines de robo.

Según las fuentes, los delincuentes lo amenazaron con armas y finalmente le dispararon un balazo que impactó en uno de los glúteos de la víctima. Salto se encuentra aún internado, aunque fuera de peligro, en el hospital Posadas.

El propio repartidor publicó esta madrugada en su muro de Facebook, tras el ataque, un mensaje exigiendo seguridad. «Donde mierda está la seguridad que prometieron para Ituzaingó… tengo que agradecer que la cuento… me quisieron robar dos en moto y me resistí y me efectuaron tres disparos de los cuales uno me impactó», sostuvo en un tramo de su publicación.

El hecho ocurrió al cabo de una semana de marchas de familiares y compañeros de Facundo Hambra, el repartidor de 22 años que resultó atacado en la calle Madeyro, entre Alvear y Laprida, en una supuestas vendetta.

El robo de ayer es investigado por el fiscal Patricio Ventrichelli, a cargo de Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada N°2 de Ituzaingó, quien dispuso una serie de medidas para intentar identificar a los autores y detenerlos.

Efectivos de la comisaría 1ª de Ituzaingó buscaban filmaciones de cámaras de seguridad particulares para intentar ver la fuga de los delincuentes, que se trasladaban en una Honda XR250 blanca: portaban gorros y un arma de fuego.