Le robaron a la suegra del hijo del kiosquero asesinado en Ramos Mejía
Un violento hecho de inseguridad volvió a golpear a la familia de Roberto Sabo, el kiosquero de Ramos Mejía asesinado en noviembre pasado durante un asalto a su comercio.
Esta vez, la víctima fue la suegra de su hijo Nicolás. Incluso, el violento episodio también ocurrió en las inmediaciones de Avenida de Mayo y la calle Alvarado, a metros del kiosco.
“Otra vez a nosotros, entiendo que es una ruleta rusa y a cualquiera le puede pasar, pero de nuevo a nosotros nos pasa”, se indignó Nicolás en diálogo con los medios.
Según contó el joven, mientras la damnificada, de 50 años, subía a su vehículo luego de realizar unas cobranzas en la zona, un delincuente abrió la puerta de acompañante y la amenazó a punta de pistola. Tras sustraerle una suma aproximada de 10.000 pesos en efectivo, la billetera y la cartera, se dio a la fuga.
“Para ella, en un momento, el ladrón le gatilló, porque sintió el ruido”, contó Nicolás,
sobre el dramático momento que atravesó Marta, su suegra. La denuncia fue radicada en la Comisaría Oeste 2da. de Ramos Mejía.
El crimen de Roberto y la causa judicial
El domingo 7 de noviembre pasado por la tarde, Sabo fue sorprendido en su local de Ramos Mejía por un grupo de delincuentes que le efectuó varios disparos. Un testigo del cruento episodio fue quien alertó a efectivos policiales cuando el criminal salió del local y se fugó con su cómplice en un Ford Focus color negro que había sido robado minutos antes a un remisero que se encontraba por la zona.
Los voceros detallaron que, en medio de la huida, los dos delincuentes que iban en el auto chocaron contra un árbol en el cruce de las calles Saavedra y Alvear, e ingresaron a un supermercado con la intención de simular unas compras y cambiarse la vestimenta para no ser reconocidos. De allí, ambos huyeron en una moto robada a un repartidor, aunque fueron alcanzados por los efectivos de la Comisaría Distrital Oeste Segunda de Ramos Mejía en Avenida de Mayo y Rivadavia. Identificados como Daniel Suárez, de 29 años, y una adolescente de 15, ambos criminales fueron detenidos.
En poder de los sospechosos se hallaron cinco teléfonos celulares, dinero en efectivo, un revólver calibre 22 con cuatro vainas intactas y una servida y una pistola 765 semiautomática. Suárez quedó acusado en la causa, mientras que la adolescente que lo acompañaba fue puesta a disposición de la Justicia de menores, aunque fue declarada inimputable por su edad.
El pasado 7 de abril, se cumplieron cinco meses del crimen del kiosquero.
“Cinco meses y te extraño más que nunca”,
fue la frase elegida por Nicolás en un posteo que realizó en su cuenta de Facebook, a la que acompañó con una imagen suya de niño con su papá. En otra de sus publicaciones, el joven eligió una foto de Roberto abrazado a él y su hermano, el hijo menor del kiosquero, con el hashtag “#JusticiaPorRoberto”. Y agregó: “Justicia por mi viejo”.
