Furor por los aviones: Tres millones de personas pasaron por el festival Argentina Vuela, en la Base militar de Morón Sur

Furor por los aviones: Tres millones de personas pasaron por el festival Argentina Vuela, en la Base militar de Morón Sur

Más de tres millones de personas participaron este fin de semana por la Base Militar de Morón, donde se desarrolló el «Argentina Vuela 2022», el festival que sirvió para celebrar el 110° aniversario de la creación de la Fuerza Aérea Argentina y 40 años de la guerra de Malvinas.

El cierre de este domingo contó con la presencia del ministro de Defensa, Jorge Taiana, quien refrendó los derechos soberanos sobre el archipiélago austral, al afirmar que el país no cesará de «reclamar para que vuelva a ser administradas por argentinos».

«Seguimos reclamando y no cesaremos en reclamar para que las Malvinas vuelvan a ser administradas por argentinos, porque son argentinas, siempre lo fueron, y lo que tenemos que hacer es que se vayan los usurpadores que desde 1833 nos roban nuestras riquezas», aseguró Taiana.

El intendente de Morón, Lucas Ghi, que se hizo cargo de parte de la organización, estimó que «más de tres millones» de personas participaron entre las dos jornadas, que tuvo entrada libre y gratuita, y un sol brillante.

Pasado el mediodía, no quedaba espacio por cubrir entre hangares y pista. Afuera, una caravana incesante trababa de llegar, entre policías, trapitos y decenas de puestos de comida hasta la entrada de la Base. El tránsito sobre Eva Perón tuvo que cortarse desde el Cementerio para ordenar las filas de autos y de gente. Un desborde concitado por el fanatismo de ver pasar a las máquinas de guerra por el aire de Morón.

Por su parte, el brigadier Isaac afirmó: «Se vieron diferentes sistemas de armas y la destreza de los pilotos. Fue un enorme esfuerzo que hicimos con el Ministerio de Defensa para que esto sea una fiesta». Buena parte de las acrobacias se debieron a las locuras del piloto civil Jorge Malatini y su avión rojo, con el que fue capaz de caminar por el aire como si fuera un helicóptero, o dar vueltas de 180º que desafiaban a la física.

Por la tarde las colas de los baños químicos eran larguísimas. El museo de la Aeronáutica, por lo general amplio y brilloso, se convirtió en una peregrinación. Demasiada gente, también generó toneladas de basura en el predio. También había una multitud que, cansada de esperar o sabiendo que desde allí se ve muy bien, se agolpó a los márgenes de la Base, por la calle Santa María de Oro, donde la entrada era sólo para acreditados. No había estacionamiento. Vecinos hicieron su agosto: Cobraban hasta $1000 por dejar el auto.

Afuera y adentro había feria. Pero alimentos cocinados para almorzar solamente en la vereda. Nunca se reunió un millón de personas al mismo tiempo. Pero el desfile era incesante. Uno salía, cuatro entraban siempre.

Todo el barrio se conmocionó. Los aviones Pampa rompieron el espacio, volando bajo y dejando sordo a más de uno. Los más grandes se volvían chicos de repente. Y algún infante lloró por el ruido. El festival no se hacía desde 2014, cuando también se acercó una multitud. Luego vinieron 4 años en los que organismos y dirigentes K tildaron a la Base como un centro de torturas de la Dictadura. No dejaron que se hiciera ningún evento. Y descalificaron a la exgobernadora Vidal por vivir allí, en el edificio de sub-oficiales.

Ahora en cambio, se celebraba que los chicos se pudieran subir a un tanque de guerra, y sacarse salfies con los oficiales. Sonaba la fanfarrea bélica, en el mismo lugar donde regresó Perón del exilio, o los restos de Evita, y se mantuvieron cautivos a militantes en los ’70. Todo pasó en ese lugar organizado por Fuerza Aérea.

Durante la gestión de Cristina Kirchner la Base dejó de pertenecer a la F.A. debido a que la VII Brigada ya había pasado a la Base de Cuartel V en Moreno. Bajo el macrismo, el predio volvió a ser parte de las FFAA, aunque apenas sigue funcionando como aeródromo. Un extremo de la Base fue cedido al municipio (de allí el Parque Industrial y los clubes) y al Plan Procrear (que se volvió parte del tejido urbano del Barrio Seré).

El festival contó con pasajes aéreos, lanzamiento de paracaidistas, exhibiciones estáticas y se presentaron globos aerostáticos, junto con stands vinculados al mundo de la aeronáutica y charlas informativas a cargo de representantes de las distintas áreas y secretarías de la cartera castrense, fue informado de modo oficial.

En los dos días del evento diversas aeronaves hicieron pasajes aéreos, entre las que participaron B-45 Mentor Escuadrilla Histórica; TC-12 Beechcraft Hurón; FK- 28; IA- 63 Pampa II; T-6C Texan II; EMB-312 Tucano; A-4 AR Fightinghawk, IA- 63 Pampa III; Twin Otter, Boeing B-737, y Hércules C-130.

También los helicópteros Lama, Hughes 500, Bell 412 y Bell 212. Se realizó, además, el lanzamiento de paracaidistas de la Armada Argentina y del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea.