Alertó a su vecino policía que iban a robarle y murió al quedar en medio de un tiroteo
Un mecánico de 44 años murió de un balazo en la cabeza al quedar en medio de un tiroteo entre delincuentes y su vecino policía, al que instantes antes le había advertido que estaban por asaltarlo, en la localidad bonaerense de Rafael Castillo, partido de La Matanza, informaron hoy fuentes judiciales y policiales.
En tanto, una amiga de la familia aseguró que «hubo dos tiroteos» y que creen que «los delincuentes lo confundieron con el policía, por lo que le dispararon a mansalva».
El episodio sucedió cerca de las 20.30 de anoche frente a una vivienda ubicada en la calle Tres Cruces al 2400, esquina Lanza.
Según las fuentes, un sargento de la Policía Federal Argentina (PFA) que se desempeña en la Departamento Trata de Personas, regresaba a su casa a bordo de una camioneta Volkswagen Amarok color gris y, cuando estaba por ingresar al garaje de su casa, fue abordado por tres delincuentes con intenciones de robo.
Los voceros explicaron a Télam que, simultáneamente, un vecino que vivía frente a la casa del policía, identificado como Martín Almirón (44), mecánico, salió a ver un trabajo cuando advirtió el hecho y le gritó al policía «¡Guarda que están por robarte!».
Al darse cuenta de la situación, el efectivo -que estaba vestido de civil- se identificó como policía, desenfundó su arma reglamentaria marca Browning calibre 9 milímetros y se tiroteó con los asaltantes.
Las fuentes dijeron que Almirón quedó en el medio de la línea de fuego entre el policía y los delincuentes, por lo que a raíz de ese enfrentamiento, recibió un disparo en la frente que le produjo la muerte en el acto y quedó tendido sobre la cinta asfáltica.
Una cámara de seguridad cercana al lugar del hecho registró el momento en el que los delincuentes escaparon del lugar a bordo de un auto Ford K color gris, sin lograr su cometido.
Los pesquisas analizaban las imágenes tomadas por esa cámara y los dichos de testigos con el fin identificar a los asaltantes.
El fiscal Federico Medone, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción de Homicidios de La Matanza, ordenó a la policía bonaerense una serie de diligencias en el lugar del hecho y aguarda el resultado de diversas pericias con el fin de determinar cómo se produjo el tiroteo y de qué arma partió el balazo que impactó en la cabeza del mecánico.
Las primeras pericias indicaron que en el lugar del hecho se recolectaron al menos 10 vainas servidas, provenientes de las armas de los asaltantes y del policía.
Un investigador con acceso a la causa confirmó que en el expediente está acreditado que los delincuentes también dispararon con un arma 9 milímetros.
Hasta el momento se desconoce si el efectivo federal hirió a alguno de los delincuentes, por lo que se dio aviso a los distintos hospitales de la zona.
«Fue una tragedia. Es una zona muy caliente», aseguró a Télam un pesquisa.
En tanto, el cuerpo de la víctima fue trasladado a la morgue judicial de Lomas de Zamora para la realización de la autopsia correspondiente, mientras que el expediente quedó caratulado como «homicidio en ocasión de robo».
Según contó un investigador, Almirón tenía la costumbre de salir a defender a los vecinos y enfrentar a los delincuentes en situaciones de robo.
Al ser consultado sobre la relación entre el la víctima y su vecino policía, las fuentes indicaron que «se llevaban bien» y agregó que Almirón estaba casado y tenía dos hijos de 16 y 21 años.
Por otra parte, Jacqueline, amiga y vecina de la familia Almirón, aseguró a Télam que existieron «dos tiroteos» y que a la víctima «la confundieron con el policía».
«Él (por Almirón) estaba con su esposa y su hija en el hall de la casa. Cuando terminó la primera balacera, donde se escucharon 6 o 7 tiros, Sabrina, su esposa, le pidió que no saliera, pero Martín escuchó que una mujer gritaba y lloraba, por eso salió», expresó Jacqueline, quien agregó que «supuestamente era una mujer que estaba con los delincuentes que recibió un disparo».
«En el segundo tiroteo el policía ya no estaba, por lo que para mí (los delincuentes) creyeron que él (Almirón) era policía. Le dispararon a mansalva», concluyó la mujer.
Esta mañana, Damiana, la madre del hombre asesinado, contó a la prensa que su familia vive desde hace 46 años en el mismo barrio y que su hijo «vivía para trabajar».
«Nadie me va a devolver a mi hijo. No sé si me voy a reponer de esto», dijo la mujer en medio de una crisis de llanto, sentada en el lugar donde mataron a Almirón.
En tanto Lourdes, hermana de la víctima, agregó que conoce al vecino policía y que ayer, al momento de llegar al lugar junto a su madre, se encontraron «con el peor panorama», en referencia al crimen de Martín Almirón.