El Frente de Izquierda repudió las acusaciones de Berni tras el desalojo en Guernica y lo comparó con el gendarme carancho
El Frente de Izquierda Unidad rechazó hoy las acusaciones del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien había asegurado que los gases lacrimógenos lanzados durante el desalojo de Guernica, el viernes pasado, fueron tirados por «grupos radicalizados de izquierda».
Myriam Bregman y Nicolás del Caño, junto a otros referentes del espacio, repudiaron que «desde el violento desalojo del día jueves estamos recibiendo un permanente ataque macartista de un ministro del Estado de la provincia de Buenos Aires gobernada por Axel Kicillof». «Las acusaciones tienen un tinte payasesco pero no dejan de ser graves y peligrosas, ya que nos acusa de tener en nuestro poder armas como gases lacrimógenos, lo que podría habilitar allanamientos u otras medidas persecutorias contra la izquierda».
Bregman y Del Caño exigieron «que Berni haga públicas las pruebas que sustentan sus acusaciones sobre que poseemos un arsenal de gases o que la propia gente quemó sus casillas donde perdieron sus pocas pertenencias. Sabemos que no las tiene, se demostrará que miente y tomaremos las medidas legales que correspondan».
Bregman detalló que «junto con organismos de derechos humanos venimos querellando a Berni desde hace años por haber llevado a niños y niñas detenidos a Campo de Mayo y por haber armado una acción para criminalizar a la izquierda que reclamaba con trabajadores despedidos y Berni hizo tirar a un gendarme arriba de un auto que pasó a la historia en 2014 como el ´gendarme carancho´, que además terminó reconociendo en la causa penal que fue todo un montaje armado».
Del Caño agregó que «el gobierno de Kicillof y sus ministros actúan así porque hay un intento de encubrir lo que se vio por cadena nacional: una gran represión contra familias y sus hijos que pedían un lugar para vivir. Unos días antes del desalojo el censo certificado por el SERPAJ y el CELS daba cuenta de que había 1400 familias en el predio, por eso necesitan un chivo expiatorio y quieren convertir a la izquierda en eso».