La Matanza: Tras marchar contra los desalojos, vecinos del Barrio Los Ceibos denunciaron amenazas y disparos de una patota
Vecinos del Barrio Los Ceibos de González Catán se movilizaron este lunes a la puerta de la Municipalidad de La Matanza, en San Justo, para evitar un desalojo forzad. Hace más de un mes que tomaron el predio de un plan de viviendas abandonado. Por la noche denunciaron que una patota entró a intimidarlos.
La manifestación fue acompañada por organizaciones de izquierda, que se encargaron de difundir la marcha y sacar a la luz este conflicto que nació hace años y que por efecto de la cuarentena y la toma de terrenos ahora se aceleró.
Son más de 400 familias que estarían siendo obligadas a desalojar, aunque se consideran adjudicadas. Por eso el 23 de agosto tomaron el predio ubicado en el km32 de Ruta 3, donde se levantan las viviendas «cuya construccion fue abandonada y se encuentran en continuo deterioro, saqueadas, refugio de vandalismo y basural hace 11 años», difundieron en un comunicado, «esperando alguna respuesta, que hasta ahora no ha llegado».
«Exigimos una mesa de diálogo lo más pronto posible para llegar a una solución: que se nos entregue la titularidad de la propiedad, para tener un techo definitivo para nuestras familias. También exigimos poder acceder al suministro de luz, agua, alimento y abrigo como derechos humanos elementales que nos vienen negando», sostienen los vecinos movilizados hoy.
n el comunicado agregan que «somos familias que nos llevamos la peor parte de la cuarentena, porque perdimos nuestro trabajo, y muchos tienen que elegir entre pagar el alquiler o comer». Esperaban ser recibidos por un funcionario.
«No somos delincuentes, somos familias que necesitamos un techo digno para nuestros hijos. Con nosotros hay 700 chicos a los cuales se les vulneran todos los derechos del niño, impedidos también de acceder a su educación por no tener electricidad ni acceso a internet», argumentaron.
«La única respuesta que tuvimos hasta el momento fue el hostigamiento de la policía municipal, provincial, gendarmería, que nos impide entrar a nuestras casas con alimentos, agua o leña para cocinar tanto en las casas como en las ollas populares. Nuestros niños no tienen porque pagar esta situación».